ROSTRO DE ARENA
Pasan las estaciones
y los libros, y quedan
briznas tan sólo, sílex
inmóvil la memoria,
hueras palabras, hilos
que se cortan de pronto.
La ventisca ha durado
ya demasiado. Busco
una casa que guarde
mi pasado completo:
hogar y eternidad.
(Ningún poema puede
guarecer estos ojos
que contemplan y olvidan
la arena en que se palpan.)
poemazo, Pablo.
ResponderBorrarGracias, Ceci.
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