ERRANCIAS
Toda Patria es ajena
y ni siquiera sé
quién es amigo o cuándo
se alejaron los míos,
ganosos de qué Romas,
qué Esfinges, qué deslumbres.
Toda Patria es ajena
y el triste pedregal
de los libros no alcanza
para tapar el hueco
que dejó el horizonte
al partir para siempre.
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