YO GOCIFERO, TODOS GOCIFERAN
Se lo dota de forma
rápidamente. El grito
dilata la pupila,
que registra de modo
más duradero. Está
el otro siendo hablado,
siendo distorsionado,
no por la poesía,
ahí enfrente. Estremece
el grito, y la mirada
sabe de un rostro. Luego
se agotarán. (Comió
tu voz de la violencia
de ese esclavo del goce
que estalló, que decae,
y el verso se hizo impuro.)
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