sábado, 4 de marzo de 2017

GRANITO


Marco Aurelio podía 
desdeñar el pasado 
y el futuro, inasibles. 
Recién me estremecí 
por todo lo que se hunde 
en el severo olvido:
casi nada sabemos 
de lo que fue. El parlante 
retoma Villa-Lobos;
me aboco a cultivar 
su escucha, su memoria, 
aunque yo también haya 
de disgregarme. Quédese
el pensador con lo 
que aferra; volaré 
con músicas, sus voces. 

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