sábado, 18 de marzo de 2017

14 DE MARZO


No hay música esta vuelta 
y alguien duerme allá atrás, 
pero el cuadro persiste 
aunque el poema es otro 
(o el mismo, interminable): 
el comedor, las luces, 
la mesa, la ventana 
y todo el resto... ¿Oís 
cómo respira? Nudos, 
los versos, de una noche 
en que canta el presente
de mi rostro vacío, 
feroz contra el tinglado
de esta Ciudad, sintiendo 
grullas que silban "¡nunca 
más!", y mi padre, losa, 
y arena el corazón. 

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