MÁS SOBRE LAS VANGUARDIAS
Hay un Klimt entre sombras.
Ella, en la cama, escucha
canciones para sí,
aunque mueva los brazos
como flotando y cante
--son rachas-- frasecitas
que se cortan de pronto.
Este rato es eterno
y ésta es la mejor noche:
suena Klimt en mi mente,
batuta su bailar.
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