CLOUDS
Mañana, te decía.
Hablabas entre dientes:
una angustia insidiosa
te detenía el pecho
por ráfagas. Dejá,
te decía, que todo
se disipe al dormir:
la asfixia y ese horrible
laberinto cerrado:
vos contra vos. Mañana,
te decía, seguro
que se van esas nubes.
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